Cómo elegir muebles de calidad

Como sabemos que no es sencillo, aquí os dejamos algunos consejos para saber cuándo estamos comprando muebles de buena calidad:

Componentes estructurales: El principal componente de la estructura del sofá es la madera, que debe ser maciza y haber pasado por un correcto proceso de secado. Una vez que se arma la estructura, se encastra y encola, lo que asegura su durabilidad.

Componentes secundarios: la mayoría de los sofás están recubiertos por poliéster y sus derivados. Lo ideal, entonces, es comprar un sofá donde se haya usado poliéster de alta densidad, un aspecto que asegura que no se deformará con el tiempo.

Estética: Antes que nada, hay que definir cuál es o será el estilo del ambiente donde ubicaremos el sofá para que exista una coherencia entre ambos. Los sofás clásicos poseen patas lustradas y almohadones con bastante relleno; los más modernos, por lo general, suelen tener patas cromadas y almohadones rellenos de soft, lo que enfatiza lo lineal de su forma.

Confianza en la marca o empresa: Un tema importantísimo. Para lograr una venta, se puede llegar a enumerar un sinfín de materiales de primer nivel, pero como el sofá viene completamente tapizado, con sus componentes ocultos a simple vista, esas descripciones pueden no coincidir con la realidad. Desgraciadamente, recién descubriremos la mentira con el paso del tiempo y con el mal envejecimiento del producto.